?las presiones del trabajo porque ocupa un puesto de alto nivel, o tiene que hacer muchos recados, y por eso vuelve tarde y ya no tiene prácticamente la vida personal que desea y le gustaría desempolvar sus experiencias de los días en que frecuentaba la vida social? Entonces no holgazanee y organice su tiempo de tal forma que pueda salir con sus aficiones, familia, amigos íntimos, pareja y otros intereses, pero sin dejar de dormir lo suficiente, tener espacio para relajarse y ponerse al día con el trabajo. ¿Te parece una tarea sobrehumana o poco realista? Vea cómo puede conseguirlo.
Piensa en lo que más te importa en la vida. No intentes encajar a toda costa en tu rutina diaria componentes innecesarios, demasiado gravosos y sin sentido, ya que no aportan ningún beneficio a tu existencia. Dedica al menos unos minutos a hacer una lista que resuma tus prioridades antes de mezclarlas con tus responsabilidades.
Combina el trabajo o el estudio con la diversión. Aprende a poner una sonrisa en tu cara en tus momentos libres mientras cumples con tus deberes escolares o ganas en tu trabajo. Por ejemplo, si te fascina la literatura y te encanta leer, pero no puedes hacerlo tanto como te gustaría, abre una revista, un libro, una obra de consulta o cualquier otra fuente de información interesante entre horas cuando no tengas nada que hacer, o durante los descansos antes de tu próxima clase, y aprovecha eficazmente las horas que de otro modo perderías.
No dejes nada al azar y organiza tus días. Esto contribuirá a reducir el caos, los minutos mal empleados y, a su vez, propiciará horas extra que podrás dedicar a tu antojo al descanso o, por el contrario, a los seres queridos que significan mucho para ti y por eso crees que merecen más atención.
Sé puntual.
No permita la necesidad constante de reprogramar citas por culpa de los retrasos, ya que es una complicación que puede evitarse por completo.