En 2016, se realizó una encuesta en los países de la UE para averiguar cuáles eran las aficiones más populares entre sus residentes. Se trata, por supuesto, de una encuesta relativa, pero arrojó algunos resultados interesantes. La afición más popular en Europa es hacer barbacoas. [Hoy en día se pueden hacer barbacoas en todos los pueblos, desde la primavera hasta el otoño. Hacen barbacoas en el jardín y utilizan estructuras metálicas plegables. Quizá algunos aún recuerden una afición muy parecida. Era asar regularmente salchichas los viernes junto al fuego de la chimenea del jardín en los campamentos de pioneros, las acampadas y los viajes al campo. En la época socialista, las salchichas y los kabanos eran un cambio bienvenido de la aburrida vida gris y una escapada de fin de semana de las realidades del régimen.
El fenómeno europeo también ha llegado a la República Checa
. Asar a la parrilla es un tratamiento térmico que utiliza únicamente una fuente de calor, sin sumergir los alimentos en agua salada, aceite o zumo. Sin embargo, la fuente de calor puede ser carbón o leña, pero también estufas eléctricas, hornos, cocinas de piedra o de gas. Se puede asar cualquier cosa, incluida la carne, pero también el queso, las verduras y muchos otros tipos de alimentos.
La forma más sana de cocinar es utilizar placas de piedra (normalmente granito), que conducen bien el calor y no son perjudiciales para la salud. Es más sano que saltear, ya que no se añaden grasas ni aceites.
Aspectos sanitarios
Hacer una barbacoa es duro para el cuerpo, pero puede solucionarse en días o semanas. Sin embargo, la frecuencia con la que la gente se entrega a esta afición es problemática, ya que la barbacoa, al igual que el tabaco, introduce en el organismo hidrocarburos aromáticos policíclicos y otros carcinógenos procedentes de la combustión. Los médicos recomiendan que las personas sanas no fumen más de tres veces al año, mientras que los enfermos deben abstenerse de hacer barbacoas y cocinar sus alimentos al vapor o hervidos.